La adaptación de la educación superior en Tandil: Un nuevo horizonte tecnológico

La adaptación de la educación superior en Tandil: Un nuevo horizonte tecnológico

La pandemia de COVID-19 impulsó a las instituciones educativas a reimaginar su forma de enseñanza. En Tandil, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) supo adaptarse a esta nueva realidad, transformando su enfoque pedagógico mediante la integración de nuevas tecnologías a la educación.

Juan Calvento, coordinador de tecnología aplicada a la educación, comparte cómo se llevó a cabo este proceso y cómo se han instalado métodos híbridos en la enseñanza.

Una nueva concepción de la presencialidad

La facultad ha incorporado innovaciones normativas que permiten una distinción clara entre la educación presencial y la mediada por tecnología. Aunque actualmente todas las carreras requieren un componente de presencialidad, se está trabajando en adecuar los planes de estudio para incluir un porcentaje significativo de contenidos mediados por TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación).

“Transformamos un 33% de las horas presenciales en actividades que los alumnos pueden realizar en los horarios que se lo permitan”, explicó Calvento.

Este enfoque es especialmente útil en los programas de posgrado, donde la carga laboral de los estudiantes dificulta la asistencia a todas las clases. De este modo, la hibridez se convierte en una solución efectiva para mantener la calidad educativa.

Disponer de la tecnología como un nuevo servicio de la educación, favorece a la implementación de herramientas, y su uso se volvió clave en esta transformación.

Las clases presenciales ahora están equipadas con cámaras web y sistemas de videoconferencia que permiten a los estudiantes remotos participar activamente. Además, se utiliza una plataforma basada en MOODLE, que centraliza el material de estudio y actividades, siendo además un medio para facilitarla comunicación entre alumnos y docentes.

“Contamos con ocho aulas equipadas con tecnología avanzada, lo que permite llevar adelante actividades que no eran realizables en otro contexto”, detalló Calvento. Las aulas incluyen dispositivos como cámaras que digitalizan el contenido del pizarrón y proyectores para compartir presentaciones, mejorando la experiencia de aprendizaje tanto para los presentes como para los que participan desde casa.

Entre los beneficios destacados, Calvento mencionó la flexibilidad horaria y la posibilidad de implementar estrategias personalizadas para cada estudiante. Sin embargo, también existen desafíos, como el acceso a internet de calidad, que puede limitar la participación de algunos alumnos.

Otro reto ha sido resignificar el concepto de clase, tradicionalmente ligado al aula física. “La virtualidad a veces dificulta la conexión entre docentes y alumnos, lo que llevó a un agotamiento en algunos casos”, reconoció Calvento.

El futuro de la educación en Tandil

A pesar de los desafíos, el enfoque híbrido parece haber llegado para quedarse. La facultad ha encontrado un equilibrio que favorece tanto la presencialidad como la concentración, gracias a un sistema de bandas horarias que permite a los estudiantes seleccionar su combinación de materias en un rango horario específico.

“Las lecciones aprendidas durante la pandemia nos han permitido construir un modelo educativo más resiliente y adaptable”, concluyó Calvento.

La Facultad de Ciencias Económicas (UNICEN) de Tandil se posiciona así como un referente en la implementación de tecnologías aplicadas a la educación, no solo por necesidad, sino como parte de un proceso de innovación que busca enriquecer la experiencia de aprendizaje en el futuro.