Jano por todos: una luz de esperanza que surge de la adversidad

Entrevista a Alejandra Kluga, de Jano por todos

En diálogo con Alejandra Kluga, madre de Jano y fundadora de la Asociación Civil Jano por todos, repasamos la historia de la fundación y los hechos que motorizaron su permanencia y desarrollo en el tiempo.

Jano, un niño de 4 años, transitaba su infancia bajo tratamientos para el cáncer. Una vez que las opciones médicas convencionales se agotaron, su familia buscó esperanza en un tratamiento alternativo en Cuba.

Movidos por el deseo de ayudar, un grupo diverso de personas, desde familiares hasta desconocidos, se unió en una campaña que culminó en un festival benéfico. La comunidad de Tandil demostró su generosidad más profunda, permitiendo que la familia de Jano viajara en busca de un milagro.

Ese mismo año, Jano trascendió el plano de esta vida. Sin embargo, su legado no terminó ahí. Los organizadores de la campaña sintieron un llamado a continuar ayudando a otros niños y jóvenes que enfrentan enfermedades similares.

Así nació la Fundación Jano por Todos, que obtuvo su Personería Jurídica como Asociación Civil el 30 de junio de ese mismo año y semanas atrás celebró sus 13 años de vigencia y consolidación.

Tal es así, que Jano Por Todos se ha consolidado como una Asociación Civil dedicada a acompañar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes con cáncer u otras enfermedades hematológicas, así como a sus familias.

Su misión abarca desde la contención emocional hasta el asesoramiento y la defensa de sus derechos y establece vínculos sólidos con la sociedad para informar, concientizar y trabajar en red, buscando eliminar las barreras de acceso a tratamientos y servicios necesarios.

“La fundación enfrenta diversos desafíos” afirmó Kluga y marcó por un lado la situación de las familias, “se enfrentan a las barreras burocráticas y económicas dificultan el acceso a los derechos básicos y a la atención médica adecuada”.

Y a su vez, la institución atraviesa “la falta de una sede propia limita la realización de actividades esenciales para las familias beneficiarias. Además, mantener y atraer voluntarios y profesionales en el área psicosocial es crucial, dado que gran parte del trabajo se realiza de manera voluntaria”.

Resspecto al financiamiento, Kluga destacó que “Jano Por Todos depende en gran medida de eventos de recaudación como la correcaminata por el Día del Cáncer Infanto Juvenil, así como de donaciones individuales y el apoyo de socios. Todos estos recursos son vitales para sostener los programas de acompañamiento, talleres educativos y recreativos, y el apoyo económico y material a las familias”.

Hay varias maneras de contribuir con la Fundación Jano por Todos:

• Voluntariado y Profesionalización: Tanto voluntarios como profesionales son bienvenidos para apoyar en actividades directas con los beneficiarios o en roles administrativos.
• Donaciones: Se aceptan donaciones de dinero, ropa en buen estado, libros y otros materiales que puedan ser útiles para las familias.
• Socios: Convertirse en socio de la fundación es una forma sostenible de apoyar su trabajo a largo plazo.
• Espacios y Recursos: Ofrecer espacios físicos para actividades o eventos beneficiales.

La Fundación Jano por Todos continúa siendo un faro de esperanza en la ciudad, guiando a familias a través de momentos difíciles y creando impactos positivos que trascienden las barreras de la enfermedad. Con el apoyo continuo de la comunidad, esta organización sigue transformando vidas y fortaleciendo los lazos de solidaridad que definen a Tandil como una comunidad unida.

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