Mariela Medina: “mi proyecto es mucho más que un emprendimiento. Es mi cable a tierra, mi salvación, mi todo”

Mariela Medina

Entrevista a Mariela Medina, de Sweet´s Alas

Impulsada por los giros que dio su vida y la de su familia, en la búsqueda de sentido de cada experiencia nueva que se le presentó en el camino, Mariela Medina se convirtió en la protagonista de una historia más de sublimación del dolor y resiliencia.

La creadora de Sweet’s Alas dialogó con nuestra redacción, y compartió la historia del emprendimiento que ofrece en la actualidad a los suyos y así acercar la propuesta a la comunidad.

“Viví varios años en Ecuador, a mí el tema de la pandemia me explotó la cabeza y como hubo unos cambios en lo laboral y en cuestiones familiares, me vine a Tandil, igual nosotros siempre veníamos para fin de año, con mi esposo y mi hijo, siempre los tres veníamos para las vacaciones”.

La creadora del emprendimiento de cosmética natural, nos contó que desde siempre mantuvo un estrecho vínculo con la naturaleza, más precisamente, las plantas.  “Tengo jardín, huerta, arbolitos y siempre tuve esa necesidad de estar en contacto con las plantas”.

A pesar de las idas y vueltas que se le presentaron en la vida, Mariela resaltó que su gusto y necesidad de mantener cercanía con la naturaleza le habitaba desde lo más profundo.  “En el mundo del fútbol que mi esposo jugaba es como que estás en otro mundo, es otra cosa entonces. Sin embargo había en mi interior algo que me llamaba pero no tenía en claro bien qué es lo que era”

El arte como medio de expresión y la creatividad como brújula

“En Ecuador, empecé a pintar cuadros, pero más como una cuestión lúdica, como algo más de expresar cosas mías. Lo hacía en mi casa sola. Nunca me puse a pensar que con eso iba a vivir, ni que se me iba a ocurrir vender un cuadro. Pero bueno, arrancó por ahí un poco la búsqueda inconsciente.

En medio de la crisis coyuntural debido a la pandemia, las fichas del destino comenzaron a moverse para Mariela y su familia. Un cambio rotundo se avecinaba con la decisión de su hijo con 15 años, al definir que su carrera deportiva continuaría en Tandil, y la inesperada pérdida de su madre, la llevaron a hacerse nuevas preguntas y encontrar novedosas respuestas.

“Perdí a mi vieja y eso sin darme cuenta, me llevó a decir bueno esto es otra cosa. Me cambió el rumbo de la vida completamente y empecé a descubrir en medio del duelo qué camino seguir. Nada consciente, nada de decir ‘bueno, me gusta esto, esto no’. Pero siempre con mis plantas, con esa atracción que me da la naturaleza que yo no la tenía desarrollada o no sabía y la empecé a descubrir acá en Tandil”.

Con el paso del tiempo, Mariela incursionó por el lado de la creación macetas, “hice algunas cosas en cemento, tengo un montón de macetas decoradas. Siempre estuvo la naturaleza y las plantas metidas en el medio de cada cosa que fui haciendo, siempre tratando de asociar el camino”.

Aromaterapia, un nuevo puente

“Primero me seducía el olor, el perfume, las flores. Después el camino te va llevando solo y empezás a leer, a fijarte y a encontrar a todo ese otro lado. Descubrí sobre el bienestar personal, para qué te sirve esto, para qué te sirve el otro y eso me fue llevando, a la aromaterapia propiamente dicha”.

Fue entonces, cuando la emprendedora decide profundizar sus conocimientos, y comenzó a formarse en lo que más le gustaba. El mundo de las plantas, las flores y sus propiedades. “Empecé a estudiar, a anotarme en cursos, empecé a leer por mi cuenta, y todo te va llevando. Y ahí no más arranco, en el mismo proceso, la cosmética natural”.

En ese momento, Mariela Medina descubrió que lo que más le apasionaba de aquel rubro, era la fitocosmética, es la disciplina que se ocupa de investigar sustancias de origen vegetal, fitoingredientes o fitocomplejos con el fin de usarlos como productos cosméticos consiguiendo una doble función: maquillar y cuidar la salud de la piel.

“Ahí entendí que química hay en todos lados, que la naturaleza tiene química y empecé a terminar con ciertas ideas que tenía, de ignorancia capaz, y empecé a entender que la química no es lo artificial solamente”.

Interiorizarse cada vez más en el tema, fue una invitación para ella a comprender que su relación con las plantas y la naturaleza iba mucho más allá que mirar una flor o sentirle un aroma y contemplar su belleza.

“Y así, como me fui metiendo. Me di cuenta porque empecé a estudiar, estudiar y era como que era una cosa que no podía parar. Y bueno, empecé a hacer las formulaciones. Primero copias una receta y después te interesa aprender a formular y empezás a estudiar qué son los tensioactivos, qué son los emulsionantes, y bueno, cómo metes las plantas en todo ese mundo, incluso fue así como llegué al mundo ayurbédico, que tiene varias aristas, no solamente lo cosmético”.

De adentro hacia afuera

 Mariela resaltó que, en ningún momento de su proceso, pensó ni planificó vivir de esto, ni vender lo que creaba en la medida que aprendía. “Era más bien un hobby para mí”.

“Lo hice paralelo a yoga, empecé a practicar esta disciplina. Se me cayeron un montón de prejuicios que tenía con todo eso y es como que el mismo proceso me llevó solo. Y así fui avanzando hasta llegar acá”.

Comentó que como todo emprendedor, le dedica 24/7 a su proyecto. “Tengo un sector que hice en mi casa, donde estoy con los baños maría y es donde realizo el proceso productivo”.

“Obviamente que eso mismo te va acercando a la ecología, a cuidar el medio ambiente, a cambiar la alimentación, a cambiar los productos que usas. Te vas sintiendo tan bien que te surge sola la necesidad de lo natural, y hasta empezás a restar importancia a un montón de otras cosas”.

Profundizando en el sentido de su proyecto y lo que verdaderamente representa para ella, Mariela expresó, “creo que parte de este proceso fue el duelo que fui haciendo con las cosas que me han pasado, porque mi esposo se volvió a vivir a Ecuador a trabajar, nos vemos muy poco. La pérdida de mi vieja, inesperada y mi hijo que creció, se emancipó, viaja por un lado y por el otro solo, y yo quedé acá. Y para mí fue mi cable a tierra, mi salvación, mi todo”

“Fue cuando por fin encuentre el equilibrio real que se ve que venía buscando hace tanto tiempo” contó la creadora de Sweet´s Alas, la propuesta ecológica para cuidar la salud tu piel y lucirla aún mejor. “Así me di cuenta que se puede hacer y puedo vender algo, aunque mi placer real está en la elaboración, no la venta, pero le voy dando forma para que le sirva cada vez más personas” finalizó.

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