Mi Granito de café: de la observación a la educación en el Consumo

Mi Granito de café: de la observación a la educación en el Consumo

Para muchos, el café es una rutina diaria, pero para otros, como el fundador de Mi Granito de Café, es una pasión que nace de la observación y la curiosidad.

Tal es así que, a través un nutrido intercambio de ideas, sobre el mundo del café con Gastón Pane, repasamos la historia detrás de un emprendimiento que busca cambiar la forma en que se percibe y se disfruta esta venerada bebida.

Una experiencia sensorial que evoluciona con el tiempo

Todo comenzó con la observación meticulosa de un consumidor de café de toda la vida. En su rutina laboral, visitaba varias cafeterías y notaba que el café no siempre se preparaba de la misma manera, contó Gastón Pane, al referirse a las raíces de su emprendimiento.

“Sucedió que en mis rutinas laborales tomaba café en distintos lugares, en distintas cafeterías, y una que tenía en común a la que iba dos o tres veces al día, veía que el café no lo preparaban siempre de la misma manera y al ser observador de la dinámica de laburo del cafetero, veía que no se comportaba igual y ahí me puse a investigar sobre el proceso del café. Esos fueron los inicios de entender como relacionarme con esta vía y empezar a entenderla un poco mejor”.

Pane tomó esa posible “falta de consistencia” en el proceso como punto de partida para sumergirse en la investigación del café, explorando desde la materia prima hasta el proceso de extracción.

Armado con una prensa francesa y una determinación inquebrantable, se dedicó a experimentar con diferentes moliendas y tiempos de extracción. Este fue su primer descubrimiento sobre la importancia del control en el proceso de preparación del café. Desde entonces, su relación con el café se convirtió en un viaje de aprendizaje y pasión que ha perdurado durante más de 16 años.

“Ya entendiendo el café, me compré una cafetera con método de filtrado que se llama prensa francesa y compré café tostado, que en esa época no vendía cualquiera. Donde yo vivía vendía solo “Bonafide” y me tomé el laburo de moler distintas finuras de molienda y lo sometí a agua caliente por distintos tiempos y evaluaba como quedaba las tazas y fue ahí cuando descubrí que las tazas que me hacía Carlitos sabían distintas porque no estaban controlados los pesos ni el tiempo del proceso. Ese fue el primer descubrimiento respecto a lo que era la extracción del café”

Sobre el Lugar del Café en el Mercado, el emprendedor del sector señaló que este producto “ocupa un lugar privilegiado en el mercado global, como la segunda bebida más consumida después del agua”. Pero, resaltó que, “su evolución va más allá de ser simplemente una bebida cotidiana. La calidad del café ha adquirido una importancia cada vez mayor, con consumidores que buscan experiencias más refinadas y conscientes. Este cambio en la percepción del café está marcando una tendencia en el mercado hacia una mayor apreciación de la calidad y el proceso de preparación”.

Rápidamente, Pane compartió su análisis de consumo del café, y reconoció la diversidad en los contextos y métodos de consumo del café. “Desde la mañana hasta la noche, el café acompaña una variedad de momentos en la vida diaria” y subrayó que su preferencia personal es el café solo, a pesar de comprender la importancia de atender a las preferencias de la mayoría, que suelen inclinarse hacia el café con leche.

“A mí me gusta tomar café solo, por eso lo recomiendo. Pero más del 80% de las tazas salen con leche. Por eso, no hay que descuidar los consumos a los que apunta el mercado. Ahí radica la importancia de tratar de manera correcta tanto al café como a la mejor amiga del café que es la leche. Sin lugar a dudas, esos dos aliados en óptimas condiciones hacen una taza única que al cliente le encanta, que vuelve a elegir, que repite a diario y eso está buenísimo”.

Un trabajo con paciencia

Pane destacó que, desde sus inicios, Mi Granito de Café se ha dedicado a educar a los consumidores sobre el café de calidad y los métodos adecuados de preparación.

“Entendí desde el día uno que la ciudad tenía una necesidad, que no estaba tomando café de calidad y sobre todas las cosas donde se podía proponer café de calidad no se estaba explicando cómo se consume, y Mi Granito de Café tiene esa variable, enseñarle al consumidor a tomar café. Es algo que te da un espacio en ese nicho a que empiecen a descubrirlo, a descubrir sus variables, las distintas maneras de prepararlo, los métodos”.

A pesar de los desafíos iniciales y la confusión sobre su identidad en el mercado, el compromiso con la calidad ha ganado reconocimiento y aprecio entre la comunidad. El fundador destacó que el aprendizaje del consumidor es una parte fundamental de su proyecto, marcando una diferencia en la forma en que se percibe y se disfruta el café en la ciudad.

“Mi granito de Café siempre estuvo dispuesto a eso. Y si bien la ciudad, al principio nos confundía con una heladería, después fue entendiendo lo que era el proyecto y luego de entender que somos una cafetería, descubrió también que manejamos café de muy buena calidad y comprendió nuestro compromiso con el rubro. Hemos logrado que nos califiquen bien, que nos tengan bien vistos, que noten nuestro compromiso con la materia y de a poco, porque seguimos creciendo en eso y cada vez son más las personas que entiende que un café de calidad es distinto a un café que está maltratado”.

Para concluir, Pane apuntó al futuro de Mi Granito de Café y aseguró que continúan trabajando con total claridad en los objetivos. “Creo que eso está súper expresado, abrimos el segundo local de Yrigoyen, y ahora pinto se mudó a Colón 958, a un espacio más grande, pero con la misma impronta, con el mismo detalle, con ese mismo compromiso y el desarrollo del proyecto sigue siendo el mismo. En poco tiempo la gente va a saber perfectamente que es lo que quiere tomar y que es lo que más le gusta, teniendo conocimiento. Sin lugar a dudas ese es el desarrollo que la marca genera en la ciudad y como proyecto a futuro”.