Pan del Continente con Alquimia: una fusión de historias y sabores

Pan del Continente + Alquimia: una fusión de historias y sabores

Noelia De Lio y José Saraví Platero son dos emprendedores del rubro gastronómico que se conocieron por esta vía. Él le vendía panes, de los cuales ella admitió ser fanática de los rellenos de zapallo y choclo.

La sociedad que formaron surgió luego de que ella se quedara sin trabajo en el buffet donde se desempeñaba. En ese momento, él le propuso trabajar en la cocina con él y, de esta manera, los dos pudieron seguir con sus proyectos.

Por un lado, “Alquimia, sabores ancestrales” que debe su nombre al hecho de que no solo a Noelia le gusta cocinar, sino también a sus abuelos y a su madre. Se puede decir que es un talento que se heredó de generación en generación.

Por el otro, “Pan del Continente” llamado así porque José junto con su familia comenzaron a vender por primera vez este producto en la feria de artesanos de la Plaza Italia en La Plata y, luego de recorrer las calles de varias ciudades argentinas, este alimento llegó a Costa Rica.

Desde Enfoque de Negocios no contactamos con ambos para conocer más acerca de sus historias.

De Lio nació en Necochea y hace 9 años que vive en Tandil. En cuanto a lo académico, realizó varios cursos relacionados con la gastronomía sobre cuidados, manipulación de alimentos, entre otros.

Saraví Platero y sus hermanos, en cambio, antes de terminar el colegio ya vendían en las calles platenses el pan que cocinaba su madre. “En un momento fue un emprendimiento familiar que comenzó entre mediados y fines de los 80…era esporádico, para tener algunos pesitos porque estábamos estudiando en el colegio secundario con mi hermano”, aseguró.

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Noelia describió a su socio como “una persona muy conocida en Tandil ya que desde el 2015 trabaja vendiendo en la calle el Pan del Continente” y destacó que “una característica que lo ha hecho conocido y ha creado un vínculo con los clientes es la forma de vender, generalmente haciendo versitos. En un principio creándolos él y luego la misma clientela sumando sus propios versos, por ejemplo: “¡Pan del Continente, el que pone contento a la gente!”, “¡Pan relleno de queso y salamín, el que comía Trotsky y Lenin!” o “¡Pan del Continente, coma y comente, pruebe, apruebe y compruebe!”.

Durante la época de la dictadura militar, el padre de José se fue a vivir a Costa Rica y él junto a un hermano decidieron irse para allá, donde estuvieron algunos años. A principios de los 90 José regresó a Argentina y fue en ese momento que se tomó como un oficio a la venta de los productos alimenticios que producía.

Sin embargo, confesó que su hermano trajo desde la cultura costarricense la idea de estas rimas, “que es lo que al final nos terminó caracterizando a nosotros, además de ser los que empezamos a elaborar y a vender pan relleno”, sostuvo.

En cuanto al emprendimiento, que desde hace poco tiempo se lo puede encontrar en Instagram como @Pandelcontinenteconalquimia, es de mucha importancia para los dos ya que es su trabajo, es decir, no se lo toman como un hobbie.

Entre los productos que comercializan se encuentran panes de mesa, panes rellenos de diversos sabores y budines integrales con frutas frescas y frutos secos, también hacen cookies y budines veganos.

Para ellos, es importante destacar que varios de los productos que utilizan son de su propia huerta, por ejemplo: apio, calabaza, albahaca y hasta nueces.

En relación con esto, quisieron resaltar el hecho de que hace algunas semanas consiguieron la habilitación de la cocina y la aprobación de bromatología para vender en comercios nuestros productos.

Hoy en día el Pan del Continente se vende en Mar del Plata, Tandil y La Plata.