Repartidores de delivery: Condiciones laborales y expectativas en primera persona

Repartidores de delivery: Condiciones laborales y expectativas en primera persona

Sobre su experiencia en Rappi, Pablo comentó que trabaja como repartidor hace más de un año, y mencionó que su jornada laboral puede extenderse hasta 10 horas diarias. “Trabajo todos los días de la semana para poder cubrir mis gastos”, afirmó.

Por su parte, Juan Ignacio se desempeña en el rubro desde mediados de la pandemia, y en su relato mencionó que trabaja alrededor de 8 horas diarias, pero con días libres intercalados. “La flexibilidad horaria es una ventaja para mí” comentó.

En cuanto al esquema jurídico y laboral, Pablo señaló: “En teoría, somos monotributistas. Aunque, en verdad muchos no somos empleados, ni monotributistas. Es como que ofrecemos nuestro servicio para ellos, de manera independiente. Hay gente que es monotributista y gente que no”.

“Hay una falta de regulación clara que genera incertidumbre sobre nuestra situación laboral”

En paralelo, Juan Ignacio esgrimió, “a nivel jurídico, nosotros figuramos como trabajadores independientes. O sea, sí o sí estamos obligados a tener monotributo. Y ya después, corre todo por nuestra cuenta lo de la obra social y aportes”.

Realidad y expectativa

Al consultarles sobre su satisfacción salarial, las respuestas fueron mixtas. Pablo, por su parte confeso no estar para nada contento con lo que gana actualmente: “Los ingresos son bajos y apenas alcanzan para cubrir mis gastos básicos”.

Mientras que Juan Ignacio consideró “hoy en día con el tema de la inflación, siempre venimos corriendo un pasito atrás. Parece mentira pero nos aumentan los mandados de $400 a $425 según el kilómetro”.

Luego aclaró, “no es mal pago, pero se nota la diferencia en lo que es mandado particular. Ya que el mandado dentro de las cuatro avenidas, hoy en día debe estar mínimo $700. Y los de Pedidos Ya, son de 350/400, y a lo sumo por kilometraje podés hacer la diferencia hasta 800/900 pesos”. En contraposición a la paga, el joven ponderó la dinámica que les permite generar un poco más. “Lo positivo es que podes tener un pedidos atrás de otro”.

En cuanto a cómo ven su presente laboral y las posibilidades a futuro o de crecimiento, Pablo expresó, “Lo veo como una necesidad económica en este momento, pero no es algo que desee hacer a largo plazo”, convencido que Rappi no sería su lugar para crecimiento y desarrollo.

“Con Rappi no puedo pensar en aspirar a nada más que solamente comer y pasar el día a día”

Juan Ignacio compartió que, desde su perspectiva, las tareas que realiza para Pedidos Ya, ocupan un lugar momentáneo en su desarrollo como trabajador, y su vez como una nutrida experiencia:

“Lo veo como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje en el ámbito laboral”

Al finalizar la entrevista, se refirieron a sus aspiraciones, dentro o fuera de las empresas de aplicaciones. A lo que Pablo dejó entrever que su claro objetivo es encontrar un empleo con mejores condiciones laborales y salariales.

Y Juan Ignacio expresó, “personalmente a mi me sirvió mucho este trabajo. Ya que hago otras actividades también. Teniendo otro trabajo, esto fue un ingreso extra. Y a su vez, si no contas con otro ingreso, acá podes elegir los días y ver de generar más, todos los días y el tiempo del cuál disponer”.

Las voces de Pablo y Juan Ignacio reflejan las realidades y los desafíos que enfrentan los repartidores de aplicaciones de delivery en Tandil. Sus testimonios revelaron la importancia de una regulación laboral adecuada y la necesidad de brindar mejores condiciones para aquellos que desempeñan este trabajo, que desde la pandemia se ha instalado como fundamental para sociedad.